No piensen mal, ni empecemos a juzgar antes de tiempo. El título no es ningún peyorativo para la película, simplemente es la sensación que me dejó la nueva producción de Dreamworks después de salir de la sala.
Pero de explicarles porque, me gustaría hacerles una pregunta ¿Recuerdan la época en la cual apenas se estrenaban una o dos películas animadas por año? Estoy seguro que sí. Por lo general una era de Pixar y si había otra era de Dreamworks. En la actualidad, para bien o para mal, muchas productoras se han sumado a esta causa. No sé muy bien la razón, pero supongo que resulta más redituable invertir en un proceso de digitalización por computadora que en otros tipos de técnicas y, además, hay que aceptarlo, a casi cualquier persona le gusta ver una de este tipo.
Ahora, no sólo son Dreamworks y Pixar, también Sony, Blue Sky Studios, Nickelodeon , 20th century fox y hasta Disney ( separado de Pixar) han incursionado en este nuevo y potente mercado. Lamentablemente, entre el torbellino de animaciones, se ha ido perdiendo la calidad y el esmero. Lo vemos reflejado claramente en Pixar, que lleva más de 3 años sin estrenar una obra de la calidad que nos tenía acostumbrados.
Dreamworks, su mayor competidor sigue el mismo camino. Esta casa nunca fue el ejemplo de excelencia como lo era los de la lámpara de Luxo, pero casi siempre demostraron que podían dar pelea. Es así que filmes antológicos como Shrek o Antz fueron incluso superiores a sus contemporáneas Monster Inc y Bichos. Pero para todo esto ¿Dónde queda “El Origen de los Guardianes”? ¿Entre las películas que destacan o de las que se olvidan fácilmente?
Bueno, cada uno tendrá su respuesta después de verla, pero si continuaron leyendo hasta aquí es que quieren escuchar la mía. En verdad disfruté de esta película, y es que en busca de nuevas temáticas para no estancarse en historias de amor, amistad, paternidad, súper villanos reformados o familias disfuncionales, fueron a dar con una que refresca lo suficiente para entretener. Una especie de héroes míticos asociados con los cuentos populares – principalmente anglosajones – para niños. Basta del Santa Claus fofo o el dócil conejo de pascua. Nuestros protagonistas son verdaderos guerreros tatuados, dotados de armas, voces retumbantes y técnicas de combate aniquilador. El coco no es más un monstruo bajo de la cama con nombre de fruta y ni siquiera Jack Frost es el pachoncito hombre de nieve que nos tienen acostumbrados.
Esta intención es precisamente lo que agradezco de la película, que sacaron del contexto empalagoso a estos personajes y los situaron en un universo más interesante y al que muchos le tenemos empatía: Las batallas con poderes. Pero sabemos que el infierno está lleno de buenas intenciones, y es que los viejos demonios que atosigan al Dreamworks animado se hicieron de nuevo presentes. Salvo unas excepciones –cómo las que habíamos mencionado – por lo general se sufre de una falta de estructura narrativa que afecta el producto final. Es cierto, nunca se pierde el hilo de la trama y hasta los pequeños podrán entender toda la historia, pero casi siempre las películas de Dreamworks dejan cabos sueltos. Detalles que si se pulieran, sumarían en lugar de restar. Ya lo comprobarán, en algunos lapsos del relato sentirán que hay huecos que pudieron ser llenados con sutileza por un guión más exigente.
No tengo evidencia o pruebas para sentenciar a“El Origen de los Guardianes” como olvidable, porque para mí no lo será. Su diseño de arte, los personajes y especialmente los gags, que surten de humor desternillante son las mejores características de este nuevo largometraje animado. Pero tampoco puedo afirmar que a través del tiempo será destacado por sobre los demás (como kungfupanda, shrek o entrenando a tu dragón), pues su casa creadora sigue pecando de no comprometerse con la perfección en sus trabajos.
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